CAPÍTULO II


Del trago amargo a la sonrisa en “La Feliz”


Después del empate algo frustrante en la Bombonera era relevante ganar en Mar del Plata para levantar la cabeza e inflar un poco el pecho.
El xeneise se encontró con un Aldosivi desnutrido de ideas y no voy a desmerecer la actitud del equipo contrario pero su localía no inquietó, Pisano, su judador más habilidoso, fue bien contrarrestado y no encontraba opciones de pase, Boca demostró mayor posesión desde el comienzo y el tridente ofensivo funcionó casi a la perfección (sí, puede que la palabra “perfección” sea una atributo un tanto apresurado) Salvio recuperó, Benedetto asistió y Villa ,contundente, burló al arquero con su velocidad para poner a la azul y oro arriba en el marcador.
Las aguas estaban quietas en la costa, se notó la buena predisposición en los relevos, si bien hubo errores mínimos, siempre había alguien cubriendo los espacios, en esta aptitud se lleva una puntuación muy alta Izquierdoz, un muro, esperando siempre bien parado a los delanteros del Tiburón.
El equipo repitió alineación con la incorporación del “Pulpo” González (no jugó Ramírez), tal vez se buscó más presencia en la mitad de la cancha -Poniendo en contexto decimos que Ramírez está pasando desapercibido, no encuentra ese cambio de ritmo que se espera y como si se vio la temporada anterior- también remarcamos la actuación de los laterales, más precisamente de Advincula, es un imán, pareciera que la pelota por la derecha siempre lo busca, uno o dos toques nada más y sobretodo avasallante. 
Párrafo aparte para Darío Ismael (creo que no hace falta decir su apellido) y Sebastián Villa, el primero talento y elegancia, taco, caño, cambios de frente y además devolución de gentilezas para el colombiano que aprovechó la urgencia de Aldosivi por empatar, se sirvió de sí mismo y desniveló el partido con su rapidez y verticalidad.
De La Boca con arena a este encuentro se ven mejoras, Fabra estuvo más atento en la marca y su espalda, se notó una reversión a lo que fue el partido anterior, no descarto algún tirón de oreja por parte de Battaglia que también  habrá hecho mea culpa por la tardanza en los cambios, imagínense que a los 17 minutos de segundo tiempo  Medina ya había entrado en lugar de Salvio (caminando por estos pasajes cabe decir que se espera mucho más del “Toto”).
Dejando las cosas en claro y poniendo un punto final a esta fecha no olvidemos de la claridad de Campuzano que estuvo muy seguro en la salida y distribución de la pelota, también la importancia del estreno para Figal ya que se asoma La Copa Libertadores y nos encontramos con la sanciones de los centrales (Izquierdoz y Rojo) debido a los disturbios en Brasil.
Tres puntos en el bolsillo y se acercan cosas nuevas pero todas productivas, ayer y hoy resonó mucho el nombre de un jugador de la selección paraguaya, un tal Óscar Romero, de buen pie, quien dice puede que sea el “enganche” que Boca necesita, si es que se necesita (mientras sume y no reste).

  • FOTO Redacción MARCA Claro

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